lunes, 27 de junio de 2011

Os presento a mis amigos

¡Hola!

Aunque ya os he hablado de ellos y seguramente algunos ya les conozcáis, hoy os quiero poner una foto con mi amigos Guillermo Fesser (con camisa blanca), Víctor Monigote (con camisa de cuadros de leñador canadiense), Javier Romañach (con barba) y Ruedas. Javier, además de ser una gran persona, es como Ruedas: también se desplaza en silla de ruedas (por eso siempre me gana cuando echamos carreras, el tío). Además, fue él el que inspiró a Guillermo para contar la historia de Ruedas en "Anizeto Calzeta y El Misterioso Caso de los Fantasmas Solitarios"...




Aunque esta foto me la hice hace un par de meses, la he revelado hoy. Lo que ocurre es que yo soy muy mío para mis cosas y todavía me gusta usar cámaras con carrete tradicional. ¿Cómo?, ¿que no conocéis las cámaras con carrete? Claro, es que algunos de vosotros sois muy jóvenes para eso. Veréis, los carretes no eran otra cosa que papel compuesto de gelatina y cristales de plata que, al recibir luz, grababan la imagen que se estaba tomando. Lo mismo que sucede ahora con las tarjetas de memoria de las cámaras digitales, pero sobre un rollo de películas fotográfica.

Bueno, no os suelto más el rollo (nunca mejor dicho, je, je...) porque esto no es un laboratorio de fotografía, pero sí que os diré que para los detectives como yo las cámaras de fotos son fundamentales para conseguir pruebas y tomar imágenes de documentos secretos secretísimos.

¿Vosotros para qué usáis las cámaras de fotos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario